EL GOBIERNO MEXICANO RESPONSABILIZA AL CARTEL DE LOS ZETAS DE ASESINAR Y ENTERRAR A CIENTOS DE PERSONAS CUYOS CUERPOS SE HAN LOCALIZADO EN LAS ULTIMAS SEMANAS EN TAMAULIPAS, TRAS EL DESCUBRIMIENTO DE MACABRAS "NARCOFOSAS". DETRAS DE LOS ASESINATOS NO SE VE UN INTERÉS ECONOMICO SINO UN DESAFIO AL GOBIERNO QUE COMBATE A LOS CARTELES DE LA DROGA. EL MENSAJE ES AMENAZANTE: SI NO NOS PERMITEN CONTINUAR CON EL NARCOTRAFICO VAMOS A GENERAR MAS VIOLENCIA Y TERROR EN LA SOCIEDAD MEXICANA.
Los Zetas ya estaban "haciendo secuestros masivos de migrantes para chantaje y extorsión. Después, obtengan el dinero o no, no saben qué hacer con los secuestrados y los matan y entierran en fosas comunes", explicó Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en asuntos de seguridad.
La peor expresión de esos crímenes fue el hallazgo de 72 inmigrantes, en su mayoría provenientes de Centroamérica y Sudamérica, asesinados en agosto pasado en un rancho del mismo San Fernando. Este esquema de secuestros "está empezando a ser también para los mexicanos", y "obviamente ahora habrá más presión de la sociedad mexicana para parar esto", consideró Benítez Manaut.
Detrás de los asesinatos no se ve un interés económico sino un desafío al gobierno, apunta Ricardo Ravelo, periodista y escritor especializado en narcotráfico. "Lo de Tamaulipas parece ser un mensaje del narcotráfico: 'Si no nos permiten trabajar vamos a generar violencia'", afirma el también autor de "Osiel" (2009), un libro que analiza la historia de Los Zetas.
El objetivo sería infundir terror entre la población y desestabilizar al gobierno por su estrategia militar contra el crimen organizado lanzada en diciembre de 2006, en el marco de la cual han muerto más de 34.600 personas hasta fines de 2010.
Desde que el presidente mexicano, Felipe Calderón, asumió el poder en diciembre de 2006 han sido encontrados un total de 712 cadáveres en fosas comunes, según un recuento realizado por el diario local La Crónica de Hoy, basado en datos de las procuradurías y comisiones de Derechos Humanos.
Hasta la fecha han sido halladas 121 "narcofosas" en al menos 19 estados de México. El número de cuerpos que ha sido encontrado en el estado de Guerrero es de 133, y en Tamaulipas, la Policía recientemente ha descubierto fosas con al menos 145 cadáveres.
El estado con más cementerios clandestinos es Chihuahua, especialmente en el área de la peligrosa Ciudad Juárez, con un total de 24 fosas donde han sido enterrados de manera ilegal 112 cuerpos. En la lista aparece también la capital mexicana con cinco cadáveres sepultados de manera irregular.
El diario aclara que en el recuento no figuran los 72 inmigrantes encontrados en agosto del año pasado en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas, ni los 24 cuerpos descubiertos en setiembre de 2008 en la zona de La Marquesa, en el estado de México, porque en estos campos no se cavaron fosas.
Los Zetas, cuyos tentáculos se extienden en México, Centroamérica, además de Sudamérica, es un grupo creado por ex militares mexicanos que desertaron para unirse al cartel del Golfo, al que ahora se enfrentan, y para financiar esa disputa recurren al secuestro de migrantes y otros delitos.
Tienen su feudo en el noreste de México, donde habrían secuestrado varios autobuses y asesinado al menos a 116 personas halladas este mes en San Fernando, un poblado del estado de Tamaulipas, según declaró este martes la Procuradora (fiscal) general, Marisela Morales.
Heriberto Lazcano (alias "El Lazca") es considerado por el gobierno mexicano el máximo líder de la organización y por cuya cabeza ofrece más de dos millones de dólares.
Los Zetas suelen vestir de negro y usan rangos militares ("comandantes", "veteranos", "halcones" y "cobras"), manejan "armamento de alto poder y tecnología de punta que disponen para organizar operativos de rescate y ataques de magnitud", señala un documento del gobierno mexicano.
El Cártel del Golfo sigue manejando la mayor parte de tráfico de cocaína mientras Los Zetas, según Guadalupe Cabrera, académica de estudios de gobierno de la Universidad de Texas en Brownsville, empezaron a incursionar además en otros delitos como secuestro, extorsión a comerciantes y robo de combustible.
Según Raúl Benítez, investigador en temas de seguridad de la Universidad Autónoma de México, "a los migrantes los secuestran para pedir rescate a sus familiares en Estados Unidos o, en los casos de los más pobres, para utilizarlos como 'mulas' (correos) para llevar cocaína" a Estados Unidos.
En agosto pasado Los Zetas fueron responsabilizados de la masacre de 72 emigrantes de El Salvador, Guatemala, Honduras, Ecuador y Brasil en un rancho de San Fernando, cuando iban hacia Estados Unidos.
En febrero de 2010 un tribunal de Texas condenó a varias empresas por comprar petróleo robado en México por Los Zetas.
En junio, Nicaragua decomisó un arsenal cerca a Managua a presuntos miembros de la banda y Venezuela anunció ese mismo mes la detención del colombiano Luis Tello, al que identificó como un enlace de Los Zetas.
En diciembre, durante varias semanas el gobierno de Guatemala declaró el estado de sitio en la frontera con México, para combatir campamentos de Los Zetas y detuvo a 18 personas.
La banda fue conformada inicialmente por unos cuarenta miembros de las fuerzas especiales del Ejército mexicano, a los que el entonces teniente Arturo Guzmán (alias Z-1, por su código militar) reclutó para conformar los anillos de seguridad del capo del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas.
Cárdenas fue capturado en 2003, extraditado a Estados Unidos en 2007 y condenado el año pasado a 25 años de prisión.
Desde entonces los Zetas entraron en disputa intestina por el control del Cártel del Golfo que según el Consejo Nacional de Seguridad de México dejaba hasta diciembre más de 1.600 muertos.
Los Zetas ya estaban "haciendo secuestros masivos de migrantes para chantaje y extorsión. Después, obtengan el dinero o no, no saben qué hacer con los secuestrados y los matan y entierran en fosas comunes", explicó Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en asuntos de seguridad.
La peor expresión de esos crímenes fue el hallazgo de 72 inmigrantes, en su mayoría provenientes de Centroamérica y Sudamérica, asesinados en agosto pasado en un rancho del mismo San Fernando. Este esquema de secuestros "está empezando a ser también para los mexicanos", y "obviamente ahora habrá más presión de la sociedad mexicana para parar esto", consideró Benítez Manaut.
Detrás de los asesinatos no se ve un interés económico sino un desafío al gobierno, apunta Ricardo Ravelo, periodista y escritor especializado en narcotráfico. "Lo de Tamaulipas parece ser un mensaje del narcotráfico: 'Si no nos permiten trabajar vamos a generar violencia'", afirma el también autor de "Osiel" (2009), un libro que analiza la historia de Los Zetas.
El objetivo sería infundir terror entre la población y desestabilizar al gobierno por su estrategia militar contra el crimen organizado lanzada en diciembre de 2006, en el marco de la cual han muerto más de 34.600 personas hasta fines de 2010.
Desde que el presidente mexicano, Felipe Calderón, asumió el poder en diciembre de 2006 han sido encontrados un total de 712 cadáveres en fosas comunes, según un recuento realizado por el diario local La Crónica de Hoy, basado en datos de las procuradurías y comisiones de Derechos Humanos.
Hasta la fecha han sido halladas 121 "narcofosas" en al menos 19 estados de México. El número de cuerpos que ha sido encontrado en el estado de Guerrero es de 133, y en Tamaulipas, la Policía recientemente ha descubierto fosas con al menos 145 cadáveres.
El estado con más cementerios clandestinos es Chihuahua, especialmente en el área de la peligrosa Ciudad Juárez, con un total de 24 fosas donde han sido enterrados de manera ilegal 112 cuerpos. En la lista aparece también la capital mexicana con cinco cadáveres sepultados de manera irregular.
El diario aclara que en el recuento no figuran los 72 inmigrantes encontrados en agosto del año pasado en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas, ni los 24 cuerpos descubiertos en setiembre de 2008 en la zona de La Marquesa, en el estado de México, porque en estos campos no se cavaron fosas.
Los Zetas, cuyos tentáculos se extienden en México, Centroamérica, además de Sudamérica, es un grupo creado por ex militares mexicanos que desertaron para unirse al cartel del Golfo, al que ahora se enfrentan, y para financiar esa disputa recurren al secuestro de migrantes y otros delitos.
Tienen su feudo en el noreste de México, donde habrían secuestrado varios autobuses y asesinado al menos a 116 personas halladas este mes en San Fernando, un poblado del estado de Tamaulipas, según declaró este martes la Procuradora (fiscal) general, Marisela Morales.
Heriberto Lazcano (alias "El Lazca") es considerado por el gobierno mexicano el máximo líder de la organización y por cuya cabeza ofrece más de dos millones de dólares.
Los Zetas suelen vestir de negro y usan rangos militares ("comandantes", "veteranos", "halcones" y "cobras"), manejan "armamento de alto poder y tecnología de punta que disponen para organizar operativos de rescate y ataques de magnitud", señala un documento del gobierno mexicano.
El Cártel del Golfo sigue manejando la mayor parte de tráfico de cocaína mientras Los Zetas, según Guadalupe Cabrera, académica de estudios de gobierno de la Universidad de Texas en Brownsville, empezaron a incursionar además en otros delitos como secuestro, extorsión a comerciantes y robo de combustible.
Según Raúl Benítez, investigador en temas de seguridad de la Universidad Autónoma de México, "a los migrantes los secuestran para pedir rescate a sus familiares en Estados Unidos o, en los casos de los más pobres, para utilizarlos como 'mulas' (correos) para llevar cocaína" a Estados Unidos.
En agosto pasado Los Zetas fueron responsabilizados de la masacre de 72 emigrantes de El Salvador, Guatemala, Honduras, Ecuador y Brasil en un rancho de San Fernando, cuando iban hacia Estados Unidos.
En febrero de 2010 un tribunal de Texas condenó a varias empresas por comprar petróleo robado en México por Los Zetas.
En junio, Nicaragua decomisó un arsenal cerca a Managua a presuntos miembros de la banda y Venezuela anunció ese mismo mes la detención del colombiano Luis Tello, al que identificó como un enlace de Los Zetas.
En diciembre, durante varias semanas el gobierno de Guatemala declaró el estado de sitio en la frontera con México, para combatir campamentos de Los Zetas y detuvo a 18 personas.
La banda fue conformada inicialmente por unos cuarenta miembros de las fuerzas especiales del Ejército mexicano, a los que el entonces teniente Arturo Guzmán (alias Z-1, por su código militar) reclutó para conformar los anillos de seguridad del capo del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas.
Cárdenas fue capturado en 2003, extraditado a Estados Unidos en 2007 y condenado el año pasado a 25 años de prisión.
Desde entonces los Zetas entraron en disputa intestina por el control del Cártel del Golfo que según el Consejo Nacional de Seguridad de México dejaba hasta diciembre más de 1.600 muertos.
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