viernes, 4 de noviembre de 2011

El crimen organizado mata más que las guerras

En América Latina la violencia armada como resultado de la delincuencia y el crimen organizado ocasiona más muertes que las guerras, según la segunda edición del informe “Carga mundial de la violencia armada”. Las guerras solo causan cerca del 10% de las muertes violentas en el mundo, según un informe, que cifra en 526 mil las personas que fallecen violentamente cada año. De ese total, solo 55 mil se producen en el contexto de conflictos armados declarados, afirmó el estudio de la organización Small Arms Survey, patrocinado por Suiza, ante la Conferencia de Desarme de Ginebra.América Latina registró altos niveles de violencia letal con alrededor de 380 mil muertes. El reporte subrayó que El Salvador registró la tasa promedio anual de violencia letal más alta, incluso sobrepasando los índices de Irak entre 2007 y 2009, cuando el país estaba en guerra. En El Salvador se producen más de 60 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Destacó que los países que tienen una tasa anual promedio superior a 30 muertes violentas por cada 100 mil habitantes son El Salvador, Irak, Jamaica, Honduras, Colombia, Venezuela, Guatemala, Sudáfrica, Sri Lanka, Lesotho, República Centroafricana, Sudán, Belice y la República Democrática del Congo; 7 de 14 países más sangrientos son de América Latina y el Caribe.
Los países de Centroamérica, entre ellos Honduras y Guatemala, son considerados por muchos analistas como narcoestados. Estos países cuentan con grupos narcotraficantes, como Los Zetas y el cártel de Sinaloa, de México, que están extendiendo su influencia a toda la región, incluso hasta Sudamérica.
“Las operaciones del crimen organizado, especialmente el tráfico de drogas, están acompañadas por un nivel muy elevado de violencia. Esos grupos tienen una extraordinaria capacidad para hacer borrosos los límites entre los tipos de violencia ya sean de origen criminal o político, como lo demuestra la guerra de la droga en México y el resto de América Central, el Caribe y algunos países andinos”, precisó el informe. El ejemplo más claro es México, donde la tasa de muertes violentas se elevó a 18,4 por cada 100 mil habitantes, mientras que en Ciudad Juárez, al norte del país, la tasa alcanzó 170,4 por cada 100 mil habitantes en el mismo año, es decir una tasa 20 veces por encima de la media mundial.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) ha publicado su primer Estudio Global sobre el Homicidio. El estudio muestra que los hombres jóvenes, en particular en Centroamérica y América del Sur, el Caribe y el Sur y Centro de África, corren mayor riesgo de ser víctimas de un homicidio intencional. En países con altas tasas de homicidio, sobre todo con armas de fuego, como los de Centroamérica, 1 de cada 50 hombres mayores de 20 años morirá antes de alcanzar la edad de 31 años – varios cientos de veces más que en algunas partes de Asia. Las armas de fuego se encuentran entre las causas principales del aumento en las tasas de homicidios en Centroamérica, según el informe de la Naciones Unidas. En la región, el 74% de los homicidios se cometen con armas de fuego, en comparación con el 21% en Europa. De los asesinados por armas de fuego, 11,9 por cada 100 mil habitantes son hombres y 2,6 son mujeres. El problema más grave de estos estados es que están perdiendo soberanía sobre sus territorios, con barrios en manos de bandas y pandillas y zonas rurales convertidas en narcoterritorios. El incremento de la violencia y su expansión en curso debería ser la prioridad de las agendas. Son problemas difíciles y no tienen soluciones fáciles. El desenlace del combate a estas nuevas amenazas ya instaladas es incierto, pero “no se puede limpiar una cloaca sin tener que soportar el mal olor”.