lunes, 13 de diciembre de 2010

RECLUTANDO NIÑOS PARA LA GUERRA

LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA (FARC) OFRECEN TELÉFONOS CELULARES, DINERO Y OTROS REGALOS PARA CONVENCER A JOVENES ECUATORIANOS DE QUE SE UNAN A SUS FILAS, SEGUN NARRO A LA PRENSA UNA ADOLESCENTE CONTACTADA POR ESA GUERRILLA.



"Yo me iba a ir por voluntad propia, nadie me exigía. Mi compañera me dijo que allá nos dan de todo, nos dan dinero y muchas cosas", dijo en una entrevista con el diario El Universo, de Guayaquil. "Pero ya no quiero saber nada de las FARC", añadió la joven cuyo nombre no fue revelado, y quien era compañera de dos adolescentes que murieron a mediados de noviembre en un bombardeo de las fuerzas militares colombianas a un campamento guerrillero en el departamento de Nariño (sur de Colombia), muy cerca de la frontera con Ecuador.



El comandante de las Fuerzas Armadas de Ecuador, general Ernesto González, también coincide con las denuncias. El jefe militar sostuvo que las FARC están reclutando a menores de edad ecuatorianos. El general González aseguró que hay varias denuncias en ese sentido. Al parecer los menores son llevados al otro lado de la frontera para enrolarlos en las filas de las FARC, sostuvo. Las redes logísticas de la guerrilla operan en ambos lados de la frontera.



El tema no es nuevo, aunque es difícil saber con exactitud cuántos menores son reclutados por la guerrilla. De 2002 a febrero de este año, 7.159 menores dejaron las armas luego de pertenecer a la guerrilla, según datos revelados por el Observatorio de Procesos de Desarme, Desmovilización y Reintegración de la Universidad Nacional de Colombia. La cifra se obtuvo luego de sumar los datos suministrados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el Programa de Atención al Desmovilizado del Ministerio de Defensa y de la Oficina para el Alto Comisionado para la Paz, de la Presidencia de la República de Colombia.



Pero más allá de los números, está el drama que viven algunas de las comunidades azotadas por el reclutamiento impuesto por los insurgentes. Una negativa a la leva forzosa puede significar la muerte o en el mejor de los casos el desplazamiento. En opinión de algunos expertos, habría más de 17 mil niños en las filas de los distintos grupos armados ilegales que existen en Colombia. "Diana" ingresó a las filas de las FARC a la edad de 13 años, cuando aún era un pequeña que vivía en el Caquetá y cursaba séptimo de bachillerato. "Desde el momento que me fui con las FARC perdí muchas cosas, mi familia, mi niñez, mi juventud, salir a bailar, todo lo que hacen las muchachas de mi edad. No lo pude hacer durante estos ocho años, porque lo único que veía era árboles y maraña. La vida me comenzó a pesar. Yo misma me decía que si seguía en las FARC, jamás iba conocer el mundo de verdad", relataba la joven tras escaparse de la guerrilla. "Muchos de mis compañeros, cuando terminamos el curso los repartieron en las unidades móviles, la mayoría cayeron en el frente 53 porque los ponían en las primeras filas de combate. El decir, es que el que regresara vivo, era porque había ganado el 'juego de la guerra' y había aprendido la lección", explicaba. "En esas clases habían chinos de 11 años en adelante, en total éramos unas 400 unidades (niños). A nosotros nos tenían todo el día haciendo ejercicio, trotando, haciendo gimnasia básica con armas. Eso nos lo dictaban profesores internacionales; me acuerdo tanto que había uno que le decían El Sueco", relataba "Diana". "La primera vez que salimos a fogueo (combatir con el Ejército) nos dieron a cada chino 13 lecheras como ración de campaña; me acuerdo, que tantas eran las ganas de comer esa leche con azúcar que la mayoría de mis compañeros y yo las consumimos todas. Recuerdo que en ese fogueo nos habían dado la orden de tomarnos la base de La Macarena", afirmaba "Diana". Ya en 2007, varios informes que se hicieron públicos hablaban de que "los niños son entrenados en técnicas de combate y las niñas son usadas como esclavas sexuales". A inicios de 2008, la ONU denunciaba que las FARC reclutaban a niños en Venezuela, Ecuador y Brasil. Según ese mismo informe, la edad promedio de los menores reclutados está en el rango de los 12 a 18 años. "El problema tiene mayores repercusiones en Ecuador", señalaba el documento, puesto que "no hay claridad en la cifra de menores reclutados en la frontera ni tampoco, aquellos que por causa de la violencia se refugian en la frontera sur".



El ex canciller, Antonio Parra Gil, apuntó que a los menores se los utiliza más que como "soldados", como "escudos humanos", esto a cambio de una remuneración que, ligada a las deplorables condiciones de vida en las zonas de frontera, se vuelven en razones lo suficientemente atractivas como para arriesgar la vida.



"Las FARC están utilizando a niños como escudos para cuando los ataquen. Esto en un crimen. Reclutar niños en un crimen de lesa humanidad. Hay que repudiar estos hechos y hay que proteger, en ese aspecto la frontera", apuntó Parra Gil, tras destacar que muchos de los menores ni siquiera sirven para ser "utilizados" en las actividades bélicas.



El reclutamiento de menores por parte de grupos armados irregulares colombianos es condenable y demencial, dijo el ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal. Aseguró que la guerrilla de las FARC cuenta en la frontera ecuatoriana con "redes de reclutamiento". "Si la violencia es condenable por sí misma, si la guerra es una tragedia y también es condenable desde todo punto de vista, el uso de menores de edad en confrontaciones de esa naturaleza es absolutamente condenable y merece el rechazo de todos nosotros", afirmó Carvajal. Por su parte, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño exigió que los niños no se vean involucrados en el conflicto armado. "Tenemos que reprochar absolutamente indignados y exigirle a cualquiera, a gobiernos, a fuerzas irregulares que no involucren a niños y jóvenes en un conflicto de esta naturaleza; esto es una actividad criminal", dijo Patiño. Las FARC, creadas en 1964, contarían en la actualidad con entre 7.000 y 11.000 guerrilleros. En los últimos años han sido combatidas frontalmente por las fuerzas militares colombianas, lo que las ha arrinconado a las zonas más apartadas del país, en muchos casos cerca de las fronteras con Ecuador y con Venezuela. El saldo fue: guerrilleros abatidos, capturados o desertores. Para el analista León Valencia de la Corporación Nuevo Arco Iris, con el reclutamiento de menores "la guerrilla busca reponer combatientes". Pero reconoció el canciller ecuatoriano, esto es una actividad criminal.