lunes, 12 de octubre de 2009

México está en guerra

La lucha que México libra hoy contra el narcotráfico es similar a la de Colombia una década atrás. Más allá de la discusión si existe o no una 'colombianización' en México, hay muchos paralelos alarmantes como el poder corruptor de una industria ilícita que genera hasta 40.000 millones de dólares anuales.


El poder de extorsión y secuestro, el alto nivel de sofisticación de las armas y la capacidad monetaria de los cárteles mexicanos son algunas de las similitudes con la guerra que enfrentó Colombia contra el narcotráfico a principios de esta década.

Los cárteles narcotraficantes cometieron 5.637 asesinatos en México en lo que va de año (un promedio de 20 por día), superando los 5.630 (15 por día) de todo 2008, publicó el diario El Universal.

A estas alturas del año pasado se habían registrado 3.581 homicidios, cifra que también era superior a la de todo 2007 (2.673), 2006 (2.221) y 2005 (1.537), según un recuento del diario mexicano.

El estado de Chihuahua, limítrofe con Estados Unidos, es el más afectado por los enfrentamientos de los cárteles entre sí y con las fuerzas de seguridad, con un total de 2.408 asesinatos desde enero pasado, precisió el periódico.

El reporte no ofrece un balance de la fronteriza Ciudad Juárez (Chihuahua), la localidad más violenta del país con al menos 1.810 asesinatos en lo que va de 2009, cantidad que rebasa los 1.652 de todo 2008, según un recuento de la agencia AFP basado en informes policiales diarios.

Los siguientes estados más afectados por el crimen organizado son Sinaloa con 628 ejecuciones, Durango con 593, Guerrero con 474, Baja California con 282 y Michoacán con 273, según El Universal.

Sinaloa es la base del cártel del mismo nombre dirigido por el prófugo Joaquín “el Chapo” Guzmán, que a la vez libra una guerra en Ciudad Juárez con la organización de los Carrillo Fuentes por el control del mercado local y el tráfico a Estados Unidos.

El gobierno mexicano, que ha desplegado a casi 50.000 militares contra los cárteles, no difunde recuentos periódicos de homicidios pero sí admite que se han registrado más de 14.000 desde la llegada al cargo del presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006.

En México existen controles sobre las armas, y no se permite a los civiles poseer un arma de calibre mayor de .38, sin embargo los integrantes de los cárteles tienen armas semiautomáticas de asalto, granadas, balas capaces de perforar blindados, lanzagranadas y lanzacohetes, lo que ha dado lugar a una violencia sanguinaria, incluso con decapitados y descuartizados. El arma preferida por los narcotraficantes mexicanos solía ser las pistolas de calibre .38, pero ahora prefieran mas más potentes y de mayor calidad, como los fusiles de 7.26 x 39 mm y fusiles calibre .50, entre otras. Algunas de las armas incautadas incluyeron fusiles de asalto, pistolas semiautomáticas Herstal, fusiles de francotirador Barrett calibre .50, lanzagranadas, lanzacohetes lAW y granadas de fragmentación. Durante los primeros dos años del gobierno del presidente Calderón, las autoridades mexicanas han incautado 30,231 armas (16.401 de las cuales fueron de asalto), más de 3.5 millones de cartuchos y 2.196 granadas.

Los enfrentamientos armados entre fuerzas militares y los cárteles están ocurriendo cada vez más frecuentemente en las calles de las ciudades mexicanas, especialmente a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México. Los cárteles luchan entre sí abiertamente, disparando armas de uso militar en medio de gente inocente. Los cárteles mexicanos han originado una ola de secuestros, torturas y muertes horripilantes que han alarmado a las autoridades en ambos lados de la frontera.

“En un momento en que el gobierno mexicano ha enfrentado valientemente a los cárteles del narcotráfico que han asolado ambos lados de la frontera, es absolutamente crucial que Estados Unidos se una por completo como aliado para lidiar con este problema”, señaló el presidente estadounidense Barack Obama cuando visitó México en abril.

El gobierno de los Estados Unidos lleva adelante una estrategia masiva a través de la Iniciativa Mérida, entre varias dependencias de seguridad y defensa, para colaborar con México en sus esfuerzos para desmantelar los cárteles armados de narcotráfico que están causando un derramamiento de sangre alarmante.

El Congreso estadounidense ha asignado 700 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de México en las áreas de seguridad y creación de instituciones bajo la Iniciativa Mérida, implementada en la anterior administración de la Casa Blanca. Estos fondos están destinados a mejorar el orden público, fomentando la prevención del crimen, consolidando las estructuras institucionales y el estado de derecho.

La Iniciativa Mérida comenzó tras un debate en una cumbre en marzo del 2007 cuyo anfitrión fue el presidente Calderón. Ha crecido hasta convertirse en una alianza entre los gobiernos de los Estados Unidos, México, Centroamérica, Haití y la República Dominicana para enfrentar la violencia de los cárteles nacionales y transnacionales, y de los grupos de crimen organizado y narcotráfico que ponen en jaque a toda la región y que se expanden hasta los Estados Unidos.

Se estima que se aprobarán fondos sustanciales para el 2010, y que habrá una petición de financiamiento continuo si se requiere en el 2011 para lograr la cantidad prometida de 1.4 mil millones de dólares. El Congreso estadounidense ha asignado también 165 millones de dólares en el año fiscal 2009, al igual que lo hizo en 2008, para el componente centroamericano de la Iniciativa Mérida.

El tema ha cobrado tal dimensión, que la lucha contra el narcotráfico se ha vuelto estratégica para que en esa región no se instalen narco-Estados como retaguardias de los cárteles mexicanos y colombianos, según alertó Joaquín Villalobos, ex guerrillero salvadoreño, y experto en temas de seguridad.