sábado, 16 de octubre de 2010

"EFECTO CUCARACHA"

"LAS LIMITACIONES DE LA CAPACIDAD DEL ESTADO PARA MANTENER LA VIGENCIA DE LA LEGALIDAD FRENTE A LOS EMBATES DE LA DELINCUENCIA COMUN Y DEL CRIMEN ORGANIZADO", PODRIA PROVOCAR UN DETERIORO DEL APOYO CIUDADANO A LAS INSTITUCIONES DEMOCRATICAS". LA AFIRMACION SURGE DE UN DOCUMENTO DE LA OEA Y LA ONU TRAS UN ANALISIS DE LOS EXPERTOS DE AMBOS ORGANISMOS MULTILATERALES SOBRE LATINOAMÉRICA.

Para el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, el control territorial que algunas bandas del crimen organizado sostienen en zonas de algunos países ha dado paso a lo que llamó un fenómeno de "desdemocratización", es decir el deterioro de la democracia formal.



El riesgo latente es que "la criminalidad aumenta el temor de la población a participar en el debate público" señaló Insulza. El ex canciller chileno manifestó que la principal amenaza la impone "la pretensión de algunos grupos de copar determinados espacios territoriales, cosa que ocurre mucho en algunos países donde hay sectores, ciudades, barrios controlados por bandas narcotraficantes, que incluso imponen una forma de orden propio".



México, país que ha lanzado una vasta ofensiva desde diciembre de 2009 contre el narcotráfico con el saldo de más de 28.000 muertos, es uno ejemplo de las nuevas amenazas. Frente a las críticas que enfrenta el gobierno del presidente mexicano Felipe Calderón por su estrategia de choque frontal con los carteles, el ex presidente colombiano César Gaviria consideró que se trató de una decisión acertada. "El presidente tomó la decisión correcta como la tuvo que tomar Colombia a fines de los ochenta, pues con el narcotráfico y los cárteles fortaleciéndose todo el tiempo no es posible" vivir, afirmó el ex secretario general de la OEA.



Los cárteles, convertidas en verdades fuerzas insurgentes, buscan por medio del terror controlar el territorio para continuar con sus negocios impunemente. El embate del narcoterrorismo es un problema que afecta a toda la región, cuya tasa de homicidios es de 22,8 por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo.



"Quizá el desafío existe en forma más expresa más en la parte norte del hemisferio, pero son muchos los países afectados, no uno sólo", alertó Insulza.



Como las cucarachas, el narcotráfico es una "plaga transnacional" que no reconoce fronteras y no discrimina al momento de infestar. Cuando las tratan de aplastar, corren en diferentes direcciones para evitar ser aniquiladas, encuentran nuevas guaridas, se esconden y desde sus madrigueras se reproducen para infestar nuevos espacios. Conocido como el "efecto cucaracha", el comportamiento de los narcotraficantes no sólo en México, sino a nivel mundial, es un método de sobrevivencia que las organizaciones asumen ante el combate de gobiernos contra la producción y distribución de drogas. Huyen a espacios con mayores oportunidades para el crimen, explican los expertos.



La analogía del narcotráfico con las plagas de cucarachas es motivo de estudio para expertos, estrategas militares y gobiernos, quienes advierten que "las cucarachas" se pueden exterminar con la acción conjunta de las naciones para no dejar espacio a la aparición de nuevos brotes de insectos, tras desmantelar los nidos principales.



El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, ha pedido que se busque una solución global al problema del narcotráfico porque es un delito de carácter transnacional y "ningún país puede resolverlo solo". Fernández se refirió al "efecto" cucaracha y reforzó la teoría de que el combate contra el narcotráfico en un país lleva a los cárteles a trasladarse y buscar nuevas oportunidades en otro. "Por lo tanto, hay que combatirlo en México, en Colombia, en Guatemala, en todo Centroamérica, en Haití y República Dominicana, para que podamos superar la amenaza", enfatizó el presidente dominicano.



Expertos creen que los capos de los cárteles mexicanos tomaron el relevo de sus pares colombianos, debido al llamado "efecto cucaracha". En décadas pasadas, en todo el mundo se seguía con atención el flagelo del narcotráfico en Colombia. Los altos niveles de violencia protagonizados por los cárteles de Medellín y Cali, con sus coches bomba, estaban en los titulares de la prensa. Pero luego empezó el combate del gobierno contra el narcotráfico en el marco del Plan Colombia lo que debilito a los cárteles. Ahora, los esfuerzos del gobierno colombiano contra las drogas y la guerrilla, además del fortalecimiento del Estado de derecho, han dado frutos positivos y la producción de droga ha decrecido, sostiene la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC). Esto le permitió a los narcos mexicanos ser el relevo, cobrar un macabro protagonismo y ocupar los nuevos espacios para el control del lucrativo tráfico ilegal.



Los reportes señalan también que cada vez más los narcotraficantes se relacionan con grupos terroristas y crean lazos que elevan la amenaza de seguridad y la estabilidad de la región. Ambos necesitan armas, documentos falsos, casas seguras y rutas de paso para sobrevivir. Decenas de grupos calificados como organizaciones terroristas participan en el comercio de drogas y otras actividades criminales, revelan los informes de agencias de gobiernos.



"Las amenazas transnacionales obligan a los estados a trabajar juntos", expresó el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon. "Nos afectan a todos, ya sea como países de suministro, tráfico o demanda. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad compartida de actuar... La prevención del crimen y la prevención de conflictos son lo mismo: juntas crean sociedades más seguras y saludables".



Sin importar el papel que juegue un país ante el azote del narcotráfico y el terrorismo, una amenaza a la seguridad de cualquier país a menudo se convierte en una amenaza a la seguridad regional, concluyen los expertos.