miércoles, 13 de enero de 2010

La tragedia perenne de Haití

Haití, la primera república negra del mundo, parece estar destinada a no poder salir de sus recurrentes crisis políticas y desastres naturales. Cuando aún los haitianos recuerdan -en medio de la constante penuria económica- los huracanes del verano de 2008 que dejaron 793 muertos, 300 desaparecidos y daños por unos 8.000 millones de dólares, un terremoto con magnitud 7 en la escala Richter se ensañó con el país más pobre de la región, sumiéndolo así en una nueva tragedia.

El PIB haitiano por habitante era de de unos 560 dólares por persona, lo que le convierte en el país más pobre del continente americano, según indica la Cepal. La deuda exterior total en diciembre era de 1.853,2 millones de dólares.

El desempleo asciende en Haití a 70 % y se espera que en los próximos años ingresen al mercado laboral un millón de jóvenes. “Algunas familias viven con menos de 50 centavos por día”, sostiene el economista Kisner Pharel, un influyente analista haitiano y presidente de una empresa consultora. “No estamos hablando de pobreza. Estamos hablando de extrema, extrema pobreza. Aun obteniendo crecimiento económico, será muy difícil sacar a estas personas” de esa situación, explica. Alrededor del 67 % de la población vive por debajo de la línea de pobreza.

Los niños mueren de desnutrición y enfermedades, en un país en donde la devastada agricultura es parte esencial para la supervivencia de la mayoría de los 8,7 millones de habitantes. La tasa de mortalidad infantil es de 60 niños por cada 1.000 nacimientos.

La capital, Puerto Príncipe, experimenta una migración interna muy alta desde el interior, con una población que aumenta cada día. No hay cifras exactas, pero se calcula que en Puerto Príncipe viven entre 2,5 y 3 millones de personas: de esa población, el 80 % vive con menos de un dólar al día, afirman organizaciones no gubernamentales que trabajan en la isla. Sólo el 3,4 % tiene esperanzas de superar los 64 años de vida y el sida afecta al 12 % de la población.

Un informe divulgado por el Programa Mundial de Alimentos y el Centro Nacional para la Seguridad Alimentaria de Haití, señala que la mayoría de los haitianos son víctimas de inseguridad alimentaria. El país, para muchos un Estado fallido, ocupa el puesto número 150 de las 177 naciones del Indice de Desarrollo Humano de la ONU.

Haití, el primer territorio latinoamericano en obtener la independencia de Francia, el 1 de enero de 1804, tras una violenta revuelta de los esclavos negros en la tierra del vudú, parece estar condenada a agonizar entre terremotos, huracana, pobreza extrema y corrupción.