miércoles, 27 de enero de 2010

Nuevo antisemitismo con viejos tópicos demonizadores

En las últimas horas rindieron homenaje al 1,1 millón de de hombres, mujeres y niños -de los cuales 960.000 eran judíos- que murieron entre 1940 y 1945 en el que fue el campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, símbolo del Holocausto. Sin embargo, según la información que se conserva en los archivos del FSB, el antiguo KGB, allí mataron a más de cuatro millones, en su mayoría judíos. En Polonia y muchas ciudades del mundo recordaron la dramática jornada del 27 de enero de 1945, cuando el ejército soviético entró en los campos, y liberó a unos 7.000 prisioneros que aún quedaban con vida, en su mayoría enfermos y moribundos. Diez días antes, las SS habían evacuado a más de 60.000 prisioneros. Decenas de miles morirían durante ese éxodo forzado. La trágica fecha de enero recuerda el Día Internacional de las Víctimas del Holocausto por decisión de las Naciones Unidas. Como dijo el escritor y Premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel, “no todas las víctimas fueron judíos. Pero todos los judíos fueron víctimas”.


El Holocausto fue un crimen contra el pueblo judío pero al perpetrarlo, se atentó contra todo el género humano. Fue el último eslabón de un proceso que comienza con prejuicios, discriminaciones, antisemitismo, racismo, y termina finalmente con la destrucción del hombre.

Sin embargo parece que la tragedia, muy difícil de sintetizar en palabras salvo para las víctimas, no fue suficiente para poner fin al viejo antisemitismo que escribió una de las peores páginas de la historia. Hoy, en pleno siglo XXI, el nuevo antisemitismo repite los viejos tópicos demonizadores contra los judíos, especialmente desde planteamientos intelectuales.

La cantidad de actos antisemitas registrados en el mundo en 2009, que fue la más importante desde hace diez años, según un informe, prueba que sesenta y cinco años después, muchas cosas no han cambiado. El antisemitismo que permitió aquel nefasto episodio histórico perviven. El reporte subraya que el año 2009 marcó un récord en la cantidad de actos antisemitas en el mundo, en especial en países como España, Venezuela, Brasil, Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Polonia y Suecia, entre otros.

El informe considera como antisemitas tanto las acciones violentas contra judíos, como las proclamaciones que buscan deslegitimar la existencia del Estado de Israel, más allá de la crítica a sus políticas.

Este documento, es el fruto del trabajo del Centro de Investigaciones contra el Antisemitismo de la Universidad de Tel Aviv que registra los actos antisemitas en el mundo desde inicios de los años noventa. Según los autores del informe, una de las causas de este aumento del número de actos antisemitas es el resultado de la guerra que Israel realizó a fines de de 2008 e inicios de 2009 en la franja de Gaza contra el grupo terrorista Hamas. “La propaganda extremista contra Israel tras la operación 'Plomo Fundido' facilitó la fusión entre islamistas radicales y antisemitas clásicos que provocaron esta ola de antisemitismo en el mundo”, señala el estudio. Los autores llaman a la comunidad internacional a movilizarse para luchar contra la tendencia a legitimar cierta forma de antisemitismo bajo pretexto de crítica a la política israelí.

El ministro de Información y de Asuntos de la Diáspora, Yuli Edelstein, enumeró los 631 actos antisemitas en Francia entre enero y junio de 2009, de los cuales 113 fueron violentos. En el mismo periodo, su ministerio registró 609 actos antisemitas en Gran Bretaña contra 276 en 2008.

Otro informe elaborado por la Universidad alemana de Bielefeld, a petición de la Agencia Judía y el Ministerio de Asuntos de la Diáspora, precisa que el 42 por ciento de los encuestados considera que “los judíos explotan las persecuciones del pasado para sacar dinero”. Ese porcentaje asciende al 75 por ciento en España y Polonia, los dos países con mayores prejuicios contra los judíos, según el reporte.

El estudio recuerda también que hubo dos muertes relacionadas con actos de antisemitismo en Estados Unidos en 2009, uno de una estudiante universitaria en Connecticut y otro de un guarda de seguridad del Museo del Holocausto en Washington.

Para la Agencia Judía, el aumento del antisemitismo procede tanto de la derecha como de la izquierda política.

Los responsables advirtieron también de fenómenos como el de una película que circula en la actualidad, que acusa a Israel de robar órganos en el hospital de campaña levantado por su Ejército en Haití, en donde están ayudando a las víctimas del terremoto.

Por otra parte en una investigación, realizada por el popular diario polaco Gazeta Wyborcza, casi el 55 por ciento de los encuestados respondieron que, en su opinión, los judíos tienen demasiada influencia sobre lo que acontece en Polonia y en el mundo. El porcentaje es el más alto entre 10 países europeos y Estados Unidos. Según el American Jewish Committee, en ningún país esa opinión fue menor al 25 por ciento.

Un 15 por ciento de los polacos, sostiene que, aún estando ante peligro de vida, no aceptarían una donación de sangre proveniente de judíos, pero tampoco de un negro, árabe o un gitano, indica el sondeo.

El creciente antisemitismo contemporáneo, disfrazado de antisionismo es una versión contemporánea del antijudaismo milenario, con la cobertura ideológica de regímenes y líderes políticos que niegan el Holocausto, faltando así el respeto a las víctimas y a su memoria, y cuestionando el derecho a la existencia de Israel. Detrás del antisionismo hay antisemitismo.

Por eso importa que las nuevas generaciones no sean indiferentes no sólo ante la barbarie del Holocausto, sino también ante tragedias viven otros pueblos. No debemos olvidar otros genocidios y violaciones masivas de los derechos humanos. El exterminio de tres millones de camboyanos por parte del régimen comunista de Pol Pot, el genocidio que tuvo lugar en 1994 en Ruanda y Burundi, Darfur o la guerra étnica de los Balcanes, entre otros, son un trágico llamado de atención. La educación y la defensa de los valores más sagrados de la dignidad humana y la paz, debe ser hoy la prioridad de todos.

Unos 35 millones de personas perdieron la vida en Europa durante la época nazi debido al antisemitismo; 29 millones de esas personas no eran judías; este dato por sí sólo debería convencer acerca de la importancia de la lucha contra el flagelo antisemita. Empieza con los judíos, termina con todo el mundo.

domingo, 24 de enero de 2010

¿QUIEN CONTROLA EL DINERO PARA HAITI?

EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL PROMETIO UN PRÉSTAMO SIN INTERESES DE 100 MILLONES DE DOLARES COMO FONDO INICIAL DE EMERGENCIA AL GOBIERNO DE HAITI, PARA PONER EN MARCHA LOS SERVICIOS BASICOS Y LAS TAREAS DE RECONSTRUCCION TRAS EL TERREMOTO. EL BANCO MUNDIAL, TAMBIÉN ANUNCIO LA ENTREGA DE UNA SUBVENCION DE EMERGENCIA POR 100 MILLONES DE DOLARES. EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS, BARACK OBAMA, APORTARA 100 MILLONES DE DOLARES PARA ESA CAUSA. LA UNION EUROPEA HA PROMETIDO 200 MILLONES DE DOLARES EN ASISTENCIA A CORTO PLAZO Y OTROS 300 MILLONES PARA EL LARGO PLAZO. MUCHOS PAISES DE LA UNION EUROPEA HAN COMPROMETIDO INDIVIDUALMENTE DONACIONES DE 100 MILLONES DE DOLARES. A ESTO DEBEN SUMARSE MILLONES DE DOLARES DE OTROS PAISES E INSTITUCIONES MULTILATERALES, ASI COMO LA DECISION DEL CLUB DE PARIS, DONDE 19 ACREEDORES INTERNACIONALES DEL GOBIERNO DE PUERTO PRINCIPE, APELARON A TODOS LOS PAISES CON QUIENES HAITI MANTIENE DEUDAS A CANCELAR LAS MISMAS PARA AYUDAR A ESTIMULAR LA RECONSTRUCCION DE LA ISLA DEVASTADA POR EL TERREMOTO.




Todo parece indicar que el dinero no va a faltar, pero la comunidad internacional debería pensar cómo y quién administra esta multimillonaria ayuda. ¿Por qué? Todos temen que el dinero no llegue a su destino, algo que se ha repetido a lo largo de la trágica historia haitiana.



La revista Foreign Affairs considera que Haití es el país número 12 entre los 60 Estados fallidos del mundo. Según Transparencia Internacional, Haití es uno de los diez países más corruptos del mundo, ubicado en el lugar 176 entre 180 naciones.



La corrupción es un factor inherente a Haití que afecta a todos los niveles del endeble gobierno y la sociedad. Esta realidad ha demostrado que el fenómeno de la corrupción, como su práctica, afecta a la sociedad haitiana en su totalidad y provoca un letargo total en la aplicación del Estado de derecho.



Los grandes escándalos de corrupción han sacudido el país en los últimos años, revelando así la falta de voluntad de parte de las élites políticas y económicas a la hora de intentar erradicar este azote. La impunidad de los involucrados en la corrupción, además de la falta de transparencia, es la excusa lógica para disuadir a los inversores extranjeros y suponen un verdadero obstáculo al desarrollo de la sociedad haitiana.



El punto de partida del largo camino hacia el progreso reside en la lucha contra la corrupción, y si no se toman medidas para eliminar ésta, no será posible que los haitianos salgan de la miseria, y mucho menos la administración de la millonaria ayuda que recibe desde hace bastante tiempo.



Un reporte de Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior, un centro de estudios europeo con sede en Madrid, señaló que la cooperación extranjera a Haití ha sumado más de 2.600 millones de dólares desde 1984, y hay muy poco que mostrar por la misma.



En otro informe reciente se aseguraba que "la fragilidad es la característica transversal del proceso haitiano... Si bien Minustah ha contribuido a promover la seguridad del país, ésta sigue siendo precaria... un elemento preocupante es el alto grado de dependencia de Haití de la asistencia internacional. En este instante el país depende de la asistencia internacional en casi todas las esferas de su quehacer (economía, seguridad, desarrollo institucional y político). A ese nivel, la pregunta clave es si el desarrollo institucional haitiano será suficiente para mantener condiciones de estabilidad y, de forma más general, la viabilidad del país en un escenario pos Minustah.



Para el economista y decano de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, Paul Latortue, Haití es "un Estado fallido desde finales del siglo XIX, cuando comenzó a dar señales de que algo no funcionaba pero nadie se dio cuenta".



Latortue, haitiano que reside en Puerto Rico hace más de 40 años, sostuvo que el Haití actual es el resultado directo de la ausencia de un modelo económico viable y de la histórica corrupción de las élites políticas, que gobernaron de forma tiránica y se dedicaron a saquear las arcas públicas. Todos los gobiernos populistas han hecho mucho daño en Haití porque han prometido comida gratis, que es algo que no existe. Ha sido un liderato corrupto que ha llegado al poder prometiendo lo imposible, pero lo que le interesa es comer del pastel", agregó.



En 1991 llegó al poder el sacerdote Jean Bertrand Aristide, quien era la esperanza del pueblo, pero fue derrocado por corrupto en 2004, sostuvo. "Yo conocí a Aristide y llegué a respaldarlo porque creía que haría un buen trabajo. Pero me engañó. Era un corrupto que también le interesaba comer del pastel", dijo Latortue, director de un programa de desarrollo para Haití entre 1995 y 2001, que fue patrocinado por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.



"Tuve a cargo 150 millones de dólares con los que hicimos 300 proyectos de infraestructura en Haití. Aristide quería cambiar la forma de administrar el programa y yo no lo permití porque los fondos hubieran terminado en manos de los corruptos", exclamó Latortue.



Agregó que el actual presidente René Préval, a quien conoce personalmente, "vino del grupo de Aristide y no ha podido detener la corrupción". Latortue dijo que la corrupción en Haití está íntimamente relacionada con la falta de una visión de bien común en las élites políticas y la ausencia de un sistema de justicia efectivo.



Indicó que, a raíz del terremoto, el presidente Barack Obama y el ex presidente Bill Clinton tienen una gran oportunidad de ayudar a Haití. "La gente de Haití va a respaldar a Obama porque lo ven como uno igual que ellos".



El catedrático indicó que ninguna de las figuras políticas actuales en Haití es capaz de encarnar "esa visión de bien común que necesitamos".



"Encaminar el país hacia el bien común es posible pero ahora no hay nadie que lo haga. Quien lo intente tiene que traer a esa clase media, que en 1960 comenzó un éxodo masivo, para integrarlos a ese trabajo que queda por hacer. En Haití no hay un pastel para repartir sino trabajo por hacer", opinó Latortue.

jueves, 21 de enero de 2010

LOS PRIMEROS 365 DIAS DE OBAMA

BARACK OBAMA SE CONVIRTIO, EL 20 DE ENERO DE 2009, EN EL PRIMER INQUILINO AFROAMERICANO DE LA CASA BLANCA, DESPUÉS DE UNA TRIUNFAL CAMPAÑA ELECTORAL BASADA SOBRE LA PROMESA DE CAMBIAR TODO. LA OBAMANIA PARECIA UNA OLA IMPARABLE. SIN EMBARGO, EN SUS PRIMEROS 365 DIAS, EL PRAGMATISMO Y EL ARTE DE LO POSIBLE SE IMPONE ANTE LA DURA REALIDAD.

Claro está que el presidente, más allá de sus buenas intenciones y promesas electorales, comenzó su administración en una difícil coyuntura. La peor crisis económica desde la Gran Depresión y dos frentes de guerra abiertos en Irak y Afganistán, por mencionar sólo lo más acuciante. Su primer año termina además con una amarga derrota. Los demócratas perdieron la mágica mayoría absoluta en la Cámara Alta, tras las elecciones al Senado en Massachusetts, feudo del fallecido senador Ted Kennedy.



La pesadilla de la crisis económica, el 10% de desocupación, el aumento de tropas estadounidenses en Afganistán y una batalla por la aprobación parcial de la reforma de salud han dejado hasta ahora altos costos políticos a la Casa Blanca. Hoy, la popularidad del presidente ronda en el 50%.



Los sondeos ubican a Obama entre uno de los presidentes peor valorados tras un año en la Casa Blanca, según una encuesta difundida por la cadena CBS. Cuando asumió el cargo, Obama contaba con el conformidad del 62% de los estadounidenses, pero en estos 365 días el porcentaje ha bajado doce puntos. Según AllState-National Journal, si las elecciones para un segundo periodo fueran hoy, el presidente afroamericano las perdería.



De los últimos presidentes norteamericanos, tan sólo Ronald Reagan presentaba una tasa peor un año después de sentarse en el salón Oval al contar con una aprobación del 49%. Por encima de Obama figuran el resto de los presidentes recientes: Jimmy Carter (51%), Bill Clinton (54%), Richard Nixon (63%), Dwight D. Eisenhower (70%), George Bush (76%) y John F. Kennedy (79%). El más valorado tras su primer año de mandato sigue siendo George W. Bush quien, con un porcentaje de apoyo del 82%, sobresale por encima del resto. Uno de los importantes estrategas políticos del presidente, David Axelrod, admitió que la economía está empañando las promesas del gobierno. "No hace falta ser un genio político para saber que en este contexto es muy difícil mantener índices de popularidad muy altos", dijo Axelrod. "Somos el partido gobernante. No creamos el lío en el que estamos inmersos, pero ahora somos el partido responsable", agregó.



El mal momento que atraviesa el presidente les devolvió vigor a los republicanos, que consideran su eventual victoria en las elecciones de legislativas de noviembre próximo. De concretarse, se hipotecaría un segundo período del presidente Obama.



Lo peor para los demócratas es que el panorama para este 2010 tampoco parece alentador. Obama tiene en su agenda nuevos retos y dificultades. El frustrado ataque contra un avión que aterrizaba en Detroit el día de Navidad despertó el temor del terrorismo entre los estadounidenses y volvió a ubicar este tema entre los prioritarios. Un tema, por cierto, en el que sus rivales republicanos siempre obtienen mejores sondeos. Además, se abrió la posibilidad de un tercer frente de guerra en Yemen. Allí se pergeñó el atentado y es considerado uno de los santuarios de las redes terroristas de Al Qaeda.



Pero a la lista de dificultades que debe enfrentar la Casa Blanca se le suma el mortal terremoto que sacudió a Haití, y cuyas consecuencias se extenderán por años. Aunque todos aplauden la rápida reacción de Obama, que no escatima en ayudas de todo tipo, el costo económico y sus consecuencias políticas serán muy altas. Las Fuerzas Armadas se encuentran sobreexigidas por sus compromisos en Irak y Afganistán, y Haití, exigirá un esfuerzo extra mientras se estabiliza la situación. A todo esto habría que sumarle el costo de la reconstrucción que, según cálculos primarios, superaría los 10 mil millones de dólares sólo en aportes de Estados Unidos. Esas no son buenas noticias para un país que aún no sale de la recesión económica y cuyo déficit fiscal ­antes del terremoto­ tenía previsto llegar en 2010 a una histórica suma: 1,5 billones de dólares. Obama se enfrenta a un desafío similar al del presidente Ronald Reagan, quien vio cómo la economía provocaba la caída de sus índices de popularidad por debajo del 40% a mediados de 1982. Sin embargo, con la mejora económica la popularidad de Reagan creció y fue reelegido presidente en 1984. "Si la economía mejora y no quedamos embarrados en el cenagal de Afganistán, el sentimiento popular podría volver a ser el del principio y conducir a su reelección en 2012", indicó Thomas Mann, de la Brookings Institution. Muchos estadounidenses separan la figura de Obama como presidente de su labor concreta en el gobierno, una encuesta de la CNN mostró que la popularidad del mandatario sobrevive en un 51%. "En el costado positivo ­explicó el director del departamento de Encuestas de la CNN, Keating Holland­, Obama sigue siendo popular a nivel personal y obtiene ratings decentes en los terrenos de la política exterior y de seguridad", lo que explica, añadió, que su índice de aprobación personal sea un poco más alto que el de su gestión de gobierno. "Desafortunadamente, para Obama ­agregó­ los asuntos domésticos, encabezados por la economía, son por mucho más importantes para el público que los asuntos de relaciones exteriores".



Pero el destino de Obama no depende sólo de la economía. Quedan otros desafíos políticos a nivel doméstico e internacional por resolver, y el presidente lo sabe.



"Hay momentos en los que siento que todos mis esfuerzos son vanos y que los cambios son tan dolorosamente lentos que emergen las dudas incluso en mi interior ­dijo Obama en una entrevista­, pero después del duro invierno siempre llega la primavera".



Obama, como lo indican los sondeos, es víctima del choque entre las promesas y la realidad, y los pronóstico auguran un segundo año mucho más complejo. El 44º presidente de Estados Unidos chocó con las fronteras de lo factible en política interior y exterior que, como lo definió Aristóteles, la política es el arte de lo posible.

sábado, 16 de enero de 2010

El Estado versus los narcos

El número de civiles muertos el año pasado en Afganistán aumentó un 14%, con más de 2.400 personas fallecidas, por lo que 2009 fue su año más mortífero en los ocho de guerra contra los talibanes. Por otra parte, el número total de civiles iraquíes muertos el año pasado alcanzó los 2.800. Esas son las dramáticas consecuencias de estos dos conflictos. Muchos lectores desprevenidos podrían pensar que estas dos guerras contra el terrorismo son las que tiene el mayor saldo de víctimas. Sin embargo, el trágico primer lugar en este ranking lo ocupa México en su frontal guerra contra el narcotráfico. Los cárteles se han constituido en un poder paralelo. Cuentan con estructura, recursos millonarios, armas sofisticadas y gente dispuesta a matar y morir en las calles



México vivió en 2009 su año más violento al sumar 7.724 muertos atribuidos al crimen organizado, según un recuento que publicó el diario El Universal. No obstante, el número de víctimas de la violencia varía según la fuente, ya que no existen datos oficiales. La cifra del diario eleva a 16.205 los asesinatos ocurridos desde que asumió el presidente Felipe Calderón el 1 de diciembre de 2006 y puso en marcha una gran ofensiva contra el crimen organizado con el despliegue de 45.000 militares.

Según un cálculo que publicó el diario Reforma, en 2009 hubo 6.576 asesinatos del crimen organizado, un 20 % más que la cifra que manejó ese diario un año antes.

El periódico Excélsior, en cambio, habla de 5.429 muertos de enero a diciembre, menos que los 5.716 que contabilizó en 2008.

El procurador general de México, Arturo Chávez, afirmó que es difícil hacer un cálculo debido a que muchos de los asesinatos no son esclarecidos y se desconoce si tuvieron vinculación con los cárteles de la droga.

Todos coinciden, sin embargo, en que el norteño Estado de Chihuahua, principalmente Ciudad Juárez, tuvo el mayor número de muertes. Según El Universal, hubo 3.250 víctimas de enero a diciembre. Yucatán, en el sureste, es el único de los 32 Estados de México en el que no se registró ninguna muerte violenta asociado con el crimen organizado.

En el recuento de El Universal, después de Chihuahua, los más violentos fueron Sinaloa, con 930 muertes, Durango con 734 y Guerrero con 672. Y en términos mensuales, diciembre, con 842 víctimas, fue el mes con más asesinatos.

Los datos del El Universal señalan que el número de asesinatos se quintuplicó en cinco años. En 2005 hubo 1.573 y en los siguientes años se registraron 2.221, 2.673 y 5.630, respectivamente, hasta llegar a los 7.724 de 2009.

El entonces procurador general Eduardo Medina Mora dijo el año pasado que en 2008 se habían producido 6.290 muertes, cifra superior a la que maneja el diario.

En 2009 las escenas de violencia incluyeron matanzas de policías y militares, cuerpos colgando desde puentes, decapitados, descuartizados, emboscadas y la muerte fortuita de niños y adultos, entre otros.

Una muestra de la situación de violencia en Ciudad Juárez fue cómo se celebró el pasado fin de año en las estaciones de policía que, bajo amenaza de ser atacadas, estaban protegidas con trincheras y barricadas, reforzadas con personal militar y policial.

La violencia de los narcotraficantes no tiene límite. Asesinaron a 183 niños durante el 2009, lo que representan la muerte de un menor cada dos días en situaciones de extrema violencia como balaceras. En un reporte, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), estimó en 610 niños a las víctimas menores de edad desde diciembre de 2007 a marzo de 2009.

El Ejército reportó que el 18% de los niños fallecidos en asuntos relacionados al crimen organizado fue por balas perdidas, 12% ejecutados, y el 70% por ser sicarios.

Reportes difundidos por las autoridades de seguridad federal documentan que además de los fuegos cruzados han muerto por disputas entre cárteles rivales 427 menores de edad, contratados como sicarios por entre 385 y 770 dólares.

Una mortal narcocultura se instaló en México y es una trágica realidad. El Museo militar del Enervante es un dramático recordatorio de este flagelo en la nación azteca. Allí se exhibe toda clase de objetos lujosos incautados a los capos, detalla en cada sala cada una de las acciones realizadas por el Ejército, mostrando, del mismo modo, imágenes de las detenciones en esa guerra interna contra los poderosos carteles de narcotraficantes.

Los objetos incautados expuestos en las vitrinas del museo no dejan dudas del poder de los capos del narcotráfico. Van desde el teléfono móvil de oro de Daniel Pérez Rojas, del cartel de sicarios Los Zetas, hasta pistolas de oro y brillantes, antiguas propiedades de reconocidos líderes y jefes del tráfico de drogas.

Las armas, los objetos –de culto- más numerosos en las vitrinas, tienen un precio medio de 30.000 dólares, llenas de diamantes y nombres de traficantes grabados en oro, aunque no son las únicas excentricidades que presenta el museo, que expone incluso, la fachada de la casa de un narcotraficante sinaloense, en cuya puerta de madera se encuentra grabado un pistolero entre plantas de marihuana.

Después de tres años de lucha sin cuartel contra los poderosos carteles de la droga, el presidente mexicano Felipe Calderón está aún lejos de conseguir la victoria definitiva que prometiera al asumir el cargo, pero la alternativa era contemplar un México rumbo a un narco Estado, algo que luego de instalado sería muy difícil de revertir, o –lo que lleva adelante- una estrategia para combatirlos.

Los narcotraficantes aspiran a controlar una parte del territorio mexicano sin Estado de derecho, para seguir con su mortal negocio. Mientras la guerra y sus daños colaterales continúan, algunos debaten la estrategia del combate a los cárteles o un pacto de convivencia con los capos del narcotráfico. “Pactar con el crimen no resuelve nada”, dijo Calderón a Le Monde. “Al contrario, eso le ha permitido propagarse como un cáncer”, afirmó el presidente.

Para el experto en temas de narcotráfico, el abogado, economista y académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Edgardo Buscaglia, quien ha sido asesor de la Organización de las Naciones Unidas en esa materia, la respuesta al crimen organizado es clara. “No debe darse mediante la negociación”. La consecuencia inmediata de una negociación con los cárteles de la droga sería que “el grupo delictivo, ya fortalecido y convertido en un monstruo indestructible, capturaría aún más al Estado mexicano -incluido el núcleo político, intelectual, empresarial y financiero- hasta el punto de poder doblegarlo completamente”, alerta el experto.

miércoles, 13 de enero de 2010

La tragedia perenne de Haití

Haití, la primera república negra del mundo, parece estar destinada a no poder salir de sus recurrentes crisis políticas y desastres naturales. Cuando aún los haitianos recuerdan -en medio de la constante penuria económica- los huracanes del verano de 2008 que dejaron 793 muertos, 300 desaparecidos y daños por unos 8.000 millones de dólares, un terremoto con magnitud 7 en la escala Richter se ensañó con el país más pobre de la región, sumiéndolo así en una nueva tragedia.

El PIB haitiano por habitante era de de unos 560 dólares por persona, lo que le convierte en el país más pobre del continente americano, según indica la Cepal. La deuda exterior total en diciembre era de 1.853,2 millones de dólares.

El desempleo asciende en Haití a 70 % y se espera que en los próximos años ingresen al mercado laboral un millón de jóvenes. “Algunas familias viven con menos de 50 centavos por día”, sostiene el economista Kisner Pharel, un influyente analista haitiano y presidente de una empresa consultora. “No estamos hablando de pobreza. Estamos hablando de extrema, extrema pobreza. Aun obteniendo crecimiento económico, será muy difícil sacar a estas personas” de esa situación, explica. Alrededor del 67 % de la población vive por debajo de la línea de pobreza.

Los niños mueren de desnutrición y enfermedades, en un país en donde la devastada agricultura es parte esencial para la supervivencia de la mayoría de los 8,7 millones de habitantes. La tasa de mortalidad infantil es de 60 niños por cada 1.000 nacimientos.

La capital, Puerto Príncipe, experimenta una migración interna muy alta desde el interior, con una población que aumenta cada día. No hay cifras exactas, pero se calcula que en Puerto Príncipe viven entre 2,5 y 3 millones de personas: de esa población, el 80 % vive con menos de un dólar al día, afirman organizaciones no gubernamentales que trabajan en la isla. Sólo el 3,4 % tiene esperanzas de superar los 64 años de vida y el sida afecta al 12 % de la población.

Un informe divulgado por el Programa Mundial de Alimentos y el Centro Nacional para la Seguridad Alimentaria de Haití, señala que la mayoría de los haitianos son víctimas de inseguridad alimentaria. El país, para muchos un Estado fallido, ocupa el puesto número 150 de las 177 naciones del Indice de Desarrollo Humano de la ONU.

Haití, el primer territorio latinoamericano en obtener la independencia de Francia, el 1 de enero de 1804, tras una violenta revuelta de los esclavos negros en la tierra del vudú, parece estar condenada a agonizar entre terremotos, huracana, pobreza extrema y corrupción.

sábado, 9 de enero de 2010

El intervencionismo iraní en el Mundo Arabe

El gobierno iraní mantiene un grave y creciente diferendo con Occidente por su carrera nuclear, además de un severo conflicto interno que con el paso de los días parece acrecentarse y dividir a la nación persa. Pero a todas estas dificultadas, deben sumarse las críticas contra el régimen teocrático chiita que llegan desde el Mundo Arabe. Egipto ha intensificado últimamente sus cuestionamientos hacia Irán, tal como reflejan las declaraciones de funcionarios egipcios y artículos en la prensa oficialista, en donde se advierte sobre la influencia del Irán y de su creciente injerencia en el Mundo Arabe.
“Advertimos contra la interferencia iraní en los asuntos árabes. No dudaremos en oponernos a los intentos de desestabilizar a Egipto y proteger su seguridad nacional, la cual está vinculada a la del Golfo, a la región del Mar Rojo y a la seguridad del Medio Oriente en general”, dijo el presidente Hosni Mubarak, en su discurso de apertura del período de sesiones invernales del Parlamento.

El Ministro del Exterior egipcio, Ahmad Abu Al-Gheit, instó a Irán a no actuar dentro del dominio árabe, ya que esta es una de las razones de la inestabilidad en la región. Dijo que la influencia de Irán es evidente no sólo en Irak, el Líbano y Yemen -hoy centro de atención por las operaciones de Al Qaeda-, sino también en los países árabes de Africa del Norte y el Cuerno de Africa.

El editor de la publicación egipcia Roz Al-Yousef, Abdallah Kamal, sostuvo que “todos los ojos están puestos en el continuo apoyo de Irán a la rebelión Houthi en Yemen y hacia los barcos iraníes que descargan armas destinadas a los Houthis en aguas internacionales frente al puerto de Assab, en Eritrea”.

“Irán está llevando a cabo varias guerras de poder simultáneamente, todas ellas dirigidas a la seguridad nacional árabe. Desde hace muchos años, esta ha ampliado su esfera de influencia hacia el Mediterráneo a través del Hezbolá, tratando de crear lo que los medios de comunicación y muchos oradores han llamado una media luna chiíta. Lo ha hecho no sólo a través de sus vínculos con Hamas en Gaza, sino centrando cada vez más esfuerzos en la ruta naval más volátil, el Mar Rojo”, explicó el experto.

Kamal enumeró a varios grupos armados que operan bajo el patrocinio de Irán, incluyendo no sólo a los Houthis en territorio yemení, a Hezbolá en el Líbano y Hamas en Gaza, sino también a Jaysh Al-Mahdi en Irak y Al-Qaeda en Yemen. Irán –afirmó- también patrocina a organizaciones no-armadas tales como los movimientos chiítas de Bahrein, la Hermandad Musulmana en Egipto, y los peregrinos en la Meca con el fin de “apuñalar por la espalda a varios países árabes”, especialmente aquellos cuya política es un obstáculo a su creciente influencia en la región y a sus intentos de imponer su agenda, sostuvo el analista en el Cairo.

Según el editor egipcio, “los objetivos de Irán son: debilitar a los estados árabes para forzarlos a lidiar con las tensiones internas en lugar de luchar contra la expansión persa; promover el plan chiíta global en la región - especialmente en su dimensión política - de modo que la media luna chiíta que se extiende desde el Golfo hasta el Líbano se convierta en un anillo que rodee la península arábiga, y exportar su revolución iraní en la región, rompiendo con ello la estabilidad de los países” .

Para Osama Saraya, editor del diario del gobierno egipcio Al-Ahram, “quien no esté de acuerdo debe observar muy bien las operaciones que ha surgido recientemente en Yemen, y en la guerra de desgaste en Irak, donde hay combates reales, y donde las milicias de Irán están operando en varias ciudades”.

El experto árabe alerta: “no debemos olvidar que la guerra que actualmente causa estragos en Yemen y en algunas zonas de Arabia Saudita contra los Houthis se está librando con dinero y armas iraníes”, al tiempo que denunció que “el gobierno libanés fue formado solo con el consentimiento de Siria e Irán, bajo la amenaza constante de un veto iraní por medio del Hezbolá”.

En otro de sus análisis, Saraya dio a entender que Irán está detrás de los recientes atentados en Bagdad, que tienen como objetivo detener el proceso político. “Es específicamente Irán el que tiene un interés en sabotear el proceso político en Irak, en torpedear los planes de Estados Unidos para la retirada de ese país y en hacer que los Estados Unidos no puedan implementar sus opciones más extremas para hacerle frente a la crisis nuclear iraní. Irán considera que el retraso en Irak es una forma garantizada de retrasar la retirada de los Estados Unidos y causar que las fuerzas estadounidenses permanezcan allí más tiempo, lo que retrasaría cualquier movimiento militar estadounidense contra Irán”.

En opinión del editor del diario gubernamental egipcio Al-Akhbar, Muhammad Barakat, Irán está involucrado en todos los problemas del Medio Oriente. “Irán no oculta sus intenciones y objetivos de lograr la hegemonía y control sobre la región, ahora que el estado persa ha crecido en poder, y sus ambiciones y codicia han crecido también”. El analista señaló que “ha habido un claro incremento en la presencia iraní en el Líbano y Siria. Irán fue capaz de tirar de los hilos abiertamente y en secreto causando guerras civiles a expensas de los libaneses y los demás pueblos árabes”.

“La presencia de los dedos de Irán también se siente en los territorios palestinos. Son ellos los que están detrás de la hostilidad y la división que imperan allí. Estos dedos negros son la causa principal de todas las catástrofes que han asolado al pueblo palestino en el período reciente. Irán estuvo detrás del sangriento golpe de estado en Gaza, en el que Hamas derrocó a la legítima Autoridad Palestina allí, y detrás de la pérdida de los derechos palestinos y el daño a su causa. Irán es también la principal razón de la demora y el fracaso de los palestinos en los intentos de reconciliar y limar sus diferencias”, aseguró el analista egipcio.

jueves, 7 de enero de 2010

51 años después, Cuba necesita aire fresco

El régimen cubano llegará en 2010 a sus 51 años en el poder. Sus dirigentes históricos, que lo han sostenido a sangre y fuego, no han sabido en todo ese tiempo de poder absoluto y unanimidades forzadas dar una respuesta a las necesidades básicas de los cubanos. Y por cierto, tiempo no los faltó para experimentar todas las estrategias propias y ajenas.

Los desaciertos han sido muchos y las consecuencias están a la vista en una economía controlada en su totalidad por el Estado. El gobierno de Raúl Castro, sostenido por un Ejército cada vez más incorporado al quehacer económico, anuncia para 2010 nuevas medidas de ahorro, recorte de subsidios y contención de gastos sociales. El gobierno le pide a la población apretarse aún más los cinturones, como si luego de más de medio siglo de muchas penurias eso fuera sencillo.

Según los informes oficiales de 2009 las exportaciones cayeron en 22,9%, las importaciones 37,4%, la industria 2%, mientras que las inversiones disminuyeron el 16%. La tasa de desocupación oficial es de 1.7 %, el salario medio mensual pasó de 415 a 427 pesos cubanos (17.08 dólares) y la productividad del trabajo decreció 1.1%. Tras un crecimiento económico de 1,4% en 2009 -se esperaba 6% en un inicio-, el crecimiento del Producto Interno Bruto estimado alcanzará apenas 1,9% este nuevo año. Esto, sumado con el subempleo y el exceso de trabajadores en la mayoría de las actividades estatales del país y la grave crisis de liquidez que enfrenta la isla, no auguran un bueno 2010.

Fuentes independientes sostienen que la deuda externa de Cuba fluctúa en unos 30 mil millones de dólares. El 1 de septiembre de 2008, el Club de París informó que Cuba era el segundo mayor deudor mundial: 29,7 mil millones dólares. Durante 2009, Cuba tuvo dificultades no solo para conseguir nuevos préstamos, sino también para cumplir con el pago de su deuda. El presidente Raúl Castro se vio obligado a admitir que el gobierno está negociando reprogramar el pago de la deuda con sus acreedores.

Cuba no ha tocado fondo gracias a Venezuela. Los acuerdos de cooperación estratégica, principalmente en el sector petrolero, que el gobierno del presidente Hugo Chávez ha firmado con el régimen de La Habana han sido esenciales para su sobrevivencia. Caracas suministra a La Habana 100.000 barriles diarios en condiciones favorables de pago, con lo que cubre el 50% del consumo. El comercio entre ambas naciones superó los 5.000 millones de dólares. El gobierno de Chávez, al frente del ALBA, ocupa hoy el lugar que tenía la Unión Soviética en buena parte del siglo pasado, en lo político y lo económico. Otros aliados de la isla como China, Irán y Vietnam, también jugaron un papel vital con sus préstamos en dólares y nuevos créditos comerciales, sin olvidar a algunas naciones de la Unión Europea y América Latina.

El fracaso del modelo cubano, copiado en buena parte de la desaparecida Unión Soviética, resulta evidente. No se pueden ocultar las ineficiencias responsabilizando al embargo que mantiene Estados Unidos sobre el gobierno de la isla. Estados Unidos se ha convertido hoy uno de los principales exportadores de productos alimenticios, entre otros, a la isla en forma directa o a través de terceros países.

No existe una economía en el mundo que experimente una crisis tan continua, estructural, grave y persistente como la de Cuba, que es incapaz de alimentar a su población con sus propios recursos, a pesar de las bondades de la tierra y clima.

Fidel y Raúl Castro, que se turnaron al frente del régimen, son los máximos responsables junto a la privilegiada elite que gobierna la otrora Perla del Caribe de los reiterados fracasos. Con la excusa del “enemigo norteamericano” al que todos los años se lo acusa de estar preparando una nueva invasión, no puede justificarse un régimen sin libertad y democracia. Lo más grave es que los dirigentes cubanos saben que ellos son los principales responsables de la situación aunque no lo quieran reconocer. Arrastran décadas de ineficiencia productiva, burocracia, corrupción y paternalismo. El omnipotente Partido Comunista de Cuba realizó en la Universidad de La Habana un sondeo revelador. Las tres cuartas partes de los estudiantes, profesores y funcionarios manifestaron su deseo de que el sistema llegara a su fin y fuera sustituido por otro en donde la racionalidad primara. El gobierno, en lugar de admitir la evidencia, se limitó a sacar al rector, como si este fuera el causante del rechazo que provoca el prolongado experimento revolucionario.

La mayoría de de los cubanos, según sondeos oficiales e independientes, perciben la situación de su país como “mala” o “muy mala”. El principal problema económico de Cuba son los salarios y el coste de la vida. Los cubanos desconfían de la capacidad del actual gobierno para resolver los problemas. Desean para la isla una democracia real, y apuestan a favor de los cambios políticos que suponga partidos políticos, libertades, prensa sin censura y respeto de los derechos humanos. De igual modo, un porcentaje importante, es partidario de una economía de mercado.

La valoración de la situación, como muestran los sondeos, admite solo un diagnóstico: el pesimismo de la mayor parte de una cansada y descontenta sociedad que sigue teniendo más promesas que certezas de sus dirigentes.

El precio que han pagado los cubanos de varias generaciones en más de medio siglo es muy grande. La que era la cuarta economía de América Latina, según índices de la CEPAL, FAO y ONU, antes del triunfo de la revolución hoy está entre las últimas de la región, con más de medio millón de cubanos que fueron forzados a irse al exterior por razones políticas y económicas.

Los prometidos cambios económicos que aparentemente se vienen efectuando son necesarios, pero están lejos de ser suficientes para garantizar el crecimiento económico y el bienestar social. Hacen falta cambios en las leyes para garantizar las libertades fundamentales en todos los sectores, para que se llegue mediante el diálogo entre todos a una sociedad democrática.

La situación de los Derechos Humanos en Cuba empeoró durante 2009 y se espera que para 2010 siga la misma tendencia, pese a los cambios que ha prometido el gobierno de Raúl Castro desde que llegó al poder hace casi dos años, según un reporte del presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez.

La CCDHRN ha documentado entre 700 y 800 casos de arrestos, lo que, es una cifra mayor que la registrada en 2008, durante el primer año del Gobierno de Raúl Castro.

En lo que se refiere a los presos políticos, de conciencia, la cifra se mantiene estacionaria por encima de los 200, debido a que las autoridades cubanas no han realizado excarcelamientos significativos.

Los dirigentes cubanos están en deuda con varias generaciones que confiaron ciegamente dentro, pero también fuera de la isla.

Una vieja amiga cubana, que luchó desde la clandestinidad contra la dictadura de Batista y que luego dio todo lo que tenía a la revolución, me confiaba que todo el sacrificio lo hizo para lograr un mejor futuro para sus hijos. Sus hijos, formados en la liturgia de la revolución, me decían: pasaron tres generaciones, mi madre dio todo por la revolución, y ahora el sacrificio me lo piden a mí y Cuba cada vez está peor. Sin libertad, sin democracia y viviendo mal. Hasta cuando tenemos que esperar, me contestaron. Al final se cansaron de las promesas y se fueron a Europa, en busca de una oportunidad que el gobierno de su país le negó durante más de medio siglo. La gente se cansa de que le digan lo que tiene que comer o lo que tiene que leer. La gente quiere tener el poder de decidir, incluso para equivocarse.

Hace falta valentía política para reconocer los fracasos, pero más aun para impulsar los cambios que verdaderamente se necesitan para superar los atrasos históricos y la dependencia. No se puede gobernar con consignas, con verborragia discursiva. Cuba necesita aire fresco, libertades y democracia, tras 51 años de un modelo que fracasó. Necesita cambios y mucho diálogo para garantizar un futuro digno a millones de cubanos, que siguen esperando dentro y fuera de la isla.

sábado, 2 de enero de 2010

El santuario de Bin Laden

El 2010 comienza con viejos conflictos sin resolver, particularmente los de Afganistán, Irak, Pakistán, sin olvidar los de Medio Oriente. Sin embargo, a la compleja agenda internacional se suma un nuevo foco de tensión: Yemen. Ese país, tras las revelaciones del fallido atentado explosivo de Navidad contra un avión en Detroit, se convirtió en un santuario para los terroristas de Al Qaeda. Yemen, cuna de la familia Bin Laden, país poblado por tribus rebeldes al poder central y difícil de controlar por su gobierno, ocupa un lugar privilegiado en el universo yihadista, y será un tercer frente en la lucha que lleva adelante contra el terrorismo el gobierno estadounidense del presidente Barack Obama.
El joven nigeriano que intentó hacer estallar el avión dijo haberse equipado con explosivos y entrenado en Yemen, lo que ilustra la importancia de este país para la organización terrorista Al Qaeda, cuya rama de la Península Arábiga no tardó en adjudicarse la operación.

Yemen siempre fue un lugar importante para el grupo terrorista. La conexión viene de los años 80, cuando numerosos jóvenes yemeníes partieron desde esas tierras hacia Afganistán para combatir contra los soviéticos que sostenían al régimen de Kabul. Posteriormente, tras la derrota de Al Qaeda en Arabia Saudita, los numerosos miembros saudíes del movimiento que sobrevivieron se reagruparon en la vecina, e incontrolable, Yemen.

Con dos rebeliones en su territorio, una en el norte y la otra en el sur, y clanes armadas que tradicionalmente preservan su autonomía y protegen sus feudos a sangre y fuego, las autoridades yemeníes tienen enorme dificultad para controlar un inmenso país cuyo relieve montañoso ofrece numerosos escondites que recuerdan en muchos casos a Afganistán.

Yemen, con la mitad de sus 23 millones de habitantes sumegidos en la pobreza, es un país donde el poder central jamás logró controlar eficazmente todo el territorio, lo que permitió que las teorías yihadistas se extendieran a todos los rincones.

Después de que el régimen yemení privilegiara el diálogo y una política de la mano tendida hacia el movimiento terrorista de Osama Bin Laden, cuya familia es oriunda de Yemen, el gobierno de Saná lanzó recientemente -con el respaldo de Estados Unidos- una serie de ofensivas contra lo que asegura son bases de Al Qaeda.

Fuerzas especiales estadounidenses están trabajando con militares yemeníes en la identificación de posibles blancos para ataques militares en este complejo país, limítrofe con Arabia Saudita, que enfrenta un levantamiento chiíta en el norte y una rebelión secesionista en el sur. Yemen pidió recientemente ayuda a Occidente para luchar contra cientos de militantes de Al Qaeda que operan en ese territorio. Esa nación fue escenario en 2000 de uno de los ataques más espectaculares, previo al 11-S. En un atentado suicida contra el destructor estadounidense USS Cole, frente a las costas de Adén, murieron 17 marines. También, hace poco más de un año hubo un ataque terrorista contra la embajada de Estados Unidos en Saná, donde perecieron otras 17 personas.

Una fecha clave para entender esta escalada fue febrero del 2006. Entonces se fugaron de una cárcel yemení 23 terroristas islámicos, de la organización Yihad Islámica en Yemen. Uno de ellos era Naser Abdel Karim al-Wahishi, ex colaborador personal de Osama Bin Laden, que tras su fuga reconstruyó la rama yemení de Al Qaeda.

En enero pasado, las ramas sauditas y yemeníes de Al Qaeda se fusionaron. Al menos dos ex detenidos en la prisión militar estadounidense en Bahía de Guantánamo, que fueron liberados en noviembre del 2007, aparecieron luego como comandantes de Al Qaeda en Yemen. Said al-Shihri, liberado por los saudíes, es un subjefe de la organización en Yemen. Otro ex detenido de Guantánamo, Abu al-Hareth Muhammad al-Oufi, apareció en enero como comandante de Al Qaeda en un video de la organización.

Osama Bin Laden siempre se rodeó de yemeníes, en particular los que venían de las regiones del sur, de donde es oriundo su padre. Tiene una relación cultural, en el amplio sentido de la palabra, con esos combatientes. El jefe de la organización terrorista los entiende y tiene confianza en ellos. Y por otra parte, los sauditas jamás lo consideraron realmente como un saudí sino como un yemení.

Los yemeníes tienen además un papel particular en los discursos y en las leyendas yihadistas. En los relatos proféticos, se habla de un ejército que vendrá de Yemen para salvar a los musulmanes.

Para Richard Clarke, quien fue asesor en la lucha contra el terrorismo bajo las administraciones de los presidentes Bill Clinton y George W. Bush, “Yemen es, por muchas razones, el nuevo Afganistán. Es el nuevo santuario, la nueva base de Al Qaeda donde se establece gente de todo el mundo que quiere ser entrenada”. La falta de controles para entrar y salir del país y sus fronteras, lo hacen un lugar perfecto para entrenar a futuros terroristas.

Estados Unidos tendrá en 2010 un tercer frente contra Al Qaeda en Yemen ante el temor de que ese país se torne tan inestable como Afganistán o Pakistán y se convierta en otro santuario incontrolable para los terroristas. En los próximos 18 meses el Pentágono aumentará al doble la ayuda de 70 millones de dólares para el programa de seguridad de Yemen, según confirmó el jefe del Comando Central estadounidense, el general David Petraeus. “En medio de dos guerras mayores e inconclusas, Estados Unidos ha abierto silenciosamente un tercer frente, en gran medida clandestino, contra Al Qaeda en Yemen”, sostienen funcionarios militares estadounidenses.

La rama de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) que cuenta con unos 2.000 hombres pasó, en poco tiempo, de ser una amenaza regional a global. Mientras los islamistas somalíes afirman que ayudarán a la lucha de Al Qaeda en Yemen, el primer ministro británico, Gordon Brown, convocó a una cumbre este mes para ayudar al gobierno de Saná a combatir el terrorismo. Como sostuvo el senador estadounidense Joe Lieberman, que viajó en agosto pasado a la capital, Saná: “Irak es la guerra de ayer, Afganistán la de hoy y Yemen la de mañana”.