ENTRE 8.000 Y 11.000 MENORES DE EDAD PARTICIPAN DIRECTAMENTE EN EL CONFLICTO COLOMBIANO EN LAS FILAS DE LOS DISTINTOS GRUPOS TERRORISTAS QUE OPERAN AL MARGEN DE LA LEY Y CONTRA LAS INSTITUCIONES DEMOCRATICAS. LA EDAD MEDIA DE RECLUTAMIENTO ES DE ALREDEDOR DE 13 AÑOS Y MUCHAS DE LAS NIÑAS SON OBLIGADAS POR LOS GRUPOS INSURGENTES A PRESTAR SERVICIOS SEXUALES.
En el marco del conflicto armado, las organizaciones guerrilleras y los grupos paramilitares cometen "graves violaciones" a la Convención sobre los Derechos del Niño, el Protocolo Facultativo relativo a la Participación de Niños en Conflictos Armados y las normas del Derecho Internacional Humanitario, señala la organización Coalición Española para acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldados, formada por Amnistía Internacional, Save the Children, Entreculturas, Alboan, Fundación el Compromiso y Servicio Jesuita a Refugiados.
Entre estas violaciones, la organización española destacó el reclutamiento de niños, los homicidios y las mutilaciones, los actos graves de violencia sexual, el desplazamiento forzado, los secuestros, los ataques contra escuelas y hospitales, y la denegación del acceso humanitario. Colombia es, después de Sudán, uno de los países del mundo con más desplazados internos, con tres millones, el 50 por ciento de los cuales siendo menores de edad, explican estas organizaciones humanitarias.
Tanto la ONU, como el Tribunal Constitucional de Colombia han advertido que el reclutamiento de niños por parte de los paramilitares y la guerrilla es generalizado. El Ministerio de Defensa estima en torno a 8.000 el número de menores de edad participantes en actividades armadas. No obstante, las organizaciones no gubernamentales sostienen que la cifra podría ser mayor y llegar a unos 11.000 niños.
La edad media de reclutamiento está entre 11 y 13 años, aunque se han registrado incorporaciones de pequeños con edades menores, indican datos de la Unicef. Según la ONU, la guerrilla de las FARC ha reclutado niños en trece departamentos de Colombia, especialmente entre las comunidades indígenas. Asimismo, tanto las FARC como el segundo grupo armado rebelde, el ELN, han reclutado a niños en los colegios. Los grupos paramilitares, como las Autodefensas Campesinas Nueva Generación, las Aguilas Negras o el Ejército Revolucionario Popular Antiterrorista, también reclutan a menores de edad.
Informes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) señalan que 402 niños fueron separados de las FARC y EP, 86 del ELN y 1 del EPR. Donde también había separación de 44 niños de otros grupos armados, como las Autodefensas Campesinas Nueva Generación y el Ejercito Revolucionario Popular Antiterrorista de Colombia y las Aguilas Negras, Rastrojos. El reclutamiento de la infancia muta de actor en el conflicto, de grupo armado a miembro de bandas criminales y viceversa, una retroalimentación del escenario de los conflictos armados en el mundo, donde las ciudades se convierten en bombas de tiempo.
Las FARC reclutan a cada vez más menores para compensar el número de desertores entre sus filas, lo que conlleva un descenso de la edad media de reclutados hasta por debajo de los 12 años, un niño por familia, y una leva forzosa, según estudios del gobierno. Según un informe de la Iglesia Católica, más de 500 menores de zonas rurales de Meta, Guaviare, Putumayo, Caquetá, Arauca y Vaupés fueron reclutados a la fuerza por las FARC. Y la situación se repite en Nariño y Cauca, donde las autoridades sostienen que "están haciendo un ejército de niños", según declaraciones realizadas al diario El Tiempo.
Estamos hablando de menores de 12 años y de una edad promedio de 11, 8 años, indica la prensa. "La guerrilla llega a las comunidades y pide un hijo por familia, y por eso a finales del año pasado el reclutamiento fue una de las principales causas de desplazamiento porque los padres no quieren que se lleven a sus niños", indicó la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de Colombia.
Los infantes son obligados a desempeñar labores de ubicación de tropas regulares, armar y desarmar pistolas y revólveres, montar guardia en campamentos y combatir contra el Ejército, o tareas de inteligencia en las ciudades. El reclutamiento de niños no es nuevo, viene dándose en forma sistemática y masiva, pese a que es un crimen de guerra por el que las FARC podrían ser juzgadas por el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Un reciente informe de la ONG Codhes confirma que "el reclutamiento forzado está cambiando la dinámica del conflicto y los desplazados ahora temen represalias por no entregar a sus hijos a la guerra". Además, según el informe Prisioneros combatientes de la Organización Internacional de las Migraciones, dirigido por la consultora Natalia Springer, "si antes la población desplazada era la que usualmente servía a los grupos armados porque le quitaban los niños para sus propósitos, ahora tenemos el efecto contrario: desplazados huyendo para evitar que se lleven a sus niños".
En el marco de las violaciones generalizadas a los Derechos Humanos de los menores de edad en Colombia, destacan también los casos de violencia sexual, una práctica "habitual, extendida, sistemática e invisibilizada en el contexto del conflicto armado, por parte de los grupos", afirmó el Tribunal Constitucional de Colombia.
En ocasiones, según la organización española humanitaria, las niñas reclutadas son obligadas a prestar servicios sexuales. "Si se quedan embarazadas, son castigadas y se les obliga a abortar", denunció. La Fiscalía General de Colombia ha investigado 183 casos de mujeres y niñas víctimas de violencia sexual. El 31, 2 por ciento de ellas habían quedado embarazadas y habían abortado durante el periodo en que estuvieron vinculadas a los grupos armados. Un 40 por ciento de éstas, según la organización, habían sufrido el embarazo entre los 11 y los 14 años de edad, a manos de los narcoterroristas, que apelan a ejércitos de niños.
