jueves, 4 de julio de 2013

Otro capítulo de la Primavera Arabe de los muchos que están por verse en Medio Oriente

Lo que sucede en Egipto era algo previsible. El gobierno del islamista Mohamed Mursi iba camino de convertirse en un nuevo totalitarismo, bajo la prédica de los Hermanos Musulmanes, padres ideológicos del grupo terrorista Hamas. La censura de prensa y las detenciones injustificadas de miembros de la oposición están a la orden del día. Millones de egipcios en las calles no quieren la Sharia, están indignados por el desempleo, el desabastecimiento, el aumento de los precios, el abuso de poder, la represión y las muertes. El prólogo de las masivas protestas que terminaron que con el derrocamiento de Mursi son económicas, políticas y laicistas.
Solo basto un año fue la luna de miel para que los egipcios se desencantaran de Morsi y los Hermanos Musulmanes, que supieron capitalizar el movimiento que sacó del poder a Mubarak, un desgastado dictador con mucha simpatía y apoyo en Occidente y cuyo partido político integraba la Internacional Socialista. En las calles los egipcios reclaman un Estado laico, es decir un Estado no teocrático o confesional, sino que democrático, que garantice la libertad de cultos y religiones, pero que no imponga una religión oficial. Es decir un Estado pluralista, participativo y tolerante. Fue por ello que salieron antes a las calles contra Mubarak como ahora lo hicieron contra Mursi. El día que Mursi blindó sus poderes ante la justicia hasta la entrada en vigor de una nueva Constitución, se convirtió en “nuevo faraón” y se puso a los egipcios que reclaman libertades en su contra. Entre las principales críticas esgrimidas por los participantes en las manifestaciones están las actuaciones de censura contra medios de comunicación y periodistas críticos con la formación islamista y los interrogatorios de activistas en base a acusaciones poco transparantes, una táctica utilizada en el pasado contra los disidentes políticos por parte del Gobierno de Mubarak
Mursi nació el 20 de agosto de 1951 en la provincia egipcia de Sharqia. Es ingeniero, estudió en la Universidad de El Cairo, donde en 1978 recibió el título de máster. En el inicio de su carrera política Mursi se hizo miembro de la Comisión de resistencia al sionismo en la provincia de Sharkia y fue uno de los fundadores de la Comisión egipcia contra el sionismo.
A partir del año 1992 Mursi empezó sus actividades en el movimiento entonces prohibido Hermanos Musulmanes. Considerado un “hermano” muy activo, ha estado muy implicado en su proyecto político, como en 2007, cuando ayudó a la elaboración del programa de la organización que defendía que la presidencia solo podía ser ejercida por un musulmán de sexo masculino.
Mursi, a sus 60 años de edad, presentó su candidatura para la Presidencia del país como candidato de reserva del Partido de la Libertad y la Justicia. Resultó ser el único candidato del partido después de que el candidato principal de los Hermanos Musulmanes, Khairat al-Shatir, fuera apartado por sus antecedentes criminales por la participación en las actividades de un grupo fundamentalista.
Si bien la Hermandad Musulmana, que llevó al poder a Mursi, se creó originalmente Egipto, sus activistas e ideología se han difundido en el mundo musulmán y dentro de las comunidades musulmanas de Occidente, de Europa y Estados Unidos. Sus activistas también han generado  organizaciones terroristas, la más conocida de ellas Al-Qaeda, cuyo segundo al mando, Ayman Al-Zawahiri, comenzó como activista de la Hermandad y luego creó la organización terrorista Yihad Islámica egipcia. Se convirtió en miembro fundador oficial de Al Qaeda en 1998.
Actualmente la Hermandad reivindica filiales en más de 80 países.  Cada filial mantiene afiliación ideológica al movimiento aunque en muchos casos se crean ramas locales como entidades independientes con diferentes nombres. Hamas, por ejemplo, es la rama palestina de la Hermandad Musulmana, y el Movimiento tunecino Al-Nahda, es la rama de la Hermandad Musulmana en dicho país. El AKP de Turquía tuvo su origen en la Hermandad Musulmana y, de manera similar, el Frente de Acción Islámica de Jordania y el Partido Islámico iraquí son ramas de la Hermandad Musulmana en sus respectivos países.

La Primavera Arabe en busca de libertades y mejores condiciones de vida continúa. En Egipto se vivo otros de sus capítulos de los muchos que aún están por verse en Medio Oriente.